lunes, 14 de abril de 2014

Cómo actualizar a Ubuntu 14.04


Quedan unos días antes de la salida oficial de la nueva versión de Ubuntu, así que aquí os dejo un tutorial, elaborado y editado a uña de caballo, para ayudar a los más novatos en esto de Linux a que la transición sea sencilla. Os aviso por adelantado: en el vídeo menciono unas chorrecientas veces que hagáis una copia de seguridad antes de empezar siquiera a pensar en la actualización.

Antes de comenzar con el artículo, he ignorado deliberadamente la actualización del sistema mediante línea de comandos (sudo apt-get dist-upgrade, o como se escriba). No me parece un método limpio y por experiencia sé que puede dar más problemas que alegrías. Las instalaciones limpias son siempre mejores. Y ahora sí que empiezo con la prosa. 
Aunque me da un poco de rabia reconocerlo, creo que hay cosas del diseño de los sistemas Linux que están mal diseñadas. No me refiero a diseño en términos de programación, ni siquiera en clave estética. La ergonomía también es una cuestión de diseño, y en algunos aspectos Linux falla en lo ergonómico. En este caso concreto, el sistema de particionado de Linux padece este problema, en mi opinión. Es un sistema fiable, que cumple muy bien su cometido, con multitud de opciones. En comparación, el asistente de particionado de los sistemas Windows es de risa... y aquí llega el "pero". El problema está en lo oscuro que es. Hay demasiadas siglas (ext, sda1), símbolos extraños (una misteriosa barra solitaria cuya importancia es difícil de precisar) y un montón más de ingredientes que convierten al asistente de partición de Linux en un plato amargo para los primerizos. 




De acuerdo, una vez que te haces a el, el proceso se vuelve sencillo, y además la complicación a primera vista es inevitable cuando se cuenta con tantas opciones. Por otra parte muchas distribuciones añaden opciones automáticas para evitar dolores de cabeza... y aquí viene otro "pero": el problema es que estos métodos automáticos suelen quitarnos las ventajas de un buen particionado manual, y por otro lado, estoy seguro de que se podría idear un método simplificado para crear particiones, es cuestión de ponerse a picar código y echarle imaginación.
De todas formas, esto no dejan de ser pajas mentales mías, no me hagáis mucho caso. Al final la falta de ergonomía se puede suplir con otras cosas, y en este caso un poco de ayuda puede obrar el milagro. Cuando conoces el significado de las cosas, para qué sirve cada opción, descubres que el proceso de reinstalar un sistema Linux es algo más bien trivial. Eso sí, aquí como en todo hay diferentes formas de hacer las cosas. Mi recomendación es la de hacer tras particiones (sistema, "home" y memoria de intercambio), pero hay quien a estas tres particiones mínimas añade, por ejemplo, la de "boot". Personalmente no he tenido nunca ningún problema con este esquema de tres particiones, y por eso lo recomiendo, aunque estoy seguro de que los que aconsejan hacer un esquema de cuatro particiones tienen buenas razones para ello. De lo que debéis fiaros siempre es de los que os aconsejen hacer una copia de seguridad antes de nada. Esto de actualizar puede ser más bien trivial, pero no deja de tener sus riesgos. 


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